miércoles, 17 de diciembre de 2008

14/12/2008 Primeras impresiones

Llegada a Israel: Tel Aviv

Desde el avión tengo una panorámica espectacular de la ciudad. Tal y como dicen, Tel Aviv (que significa “conjunción de antigüo y nuevo”) es moderna y cuidada, con todas las edificaciones en color blanco.

Según bajo del avión me doy cuenta que la temperatura, 20º, en poco se parece al frío gélido de Gasteiz. Eso sí, las noches son frías, baja muchísimo la temperatura.


Interrogatorio

Los del Mosad están al tanto de todo. Según entras a la recogida de equipaje, pasas por varios puestos donde te miran de arriba abajo y el visado sólo te lo dan al pasar por todos ellos.

A mitad de camino, uno de ellos me llamó para hacerme unas preguntas al más puro estilo americano. Preguntas cortas y repetitivas por si en alguna de ellas contestas algo diferente supongo:

- ¿A qué vienes?
- ¿Dónde te alojas?
Cuando se enteraron que venía como voluntario,
- ¿te invitaron o te has apuntado por tu propia voluntad?
- ¿es la primera vez que haces algo así?

La forma de preguntar es bastante agobiante. Yo pensé que los morenos de piel ganaríamos papeletas para los controles pero en cuanto nos juntamos todos los voluntarios en Belén me di cuenta de la suerte que había tenido. En todo momento dije la verdad pero no mencioné en ningún momento el concepto de “Palestina” (para los judíos Palestina es una invención árabe), ni ningún tipo de nombre de organizaciones con vinculaciones políticas.

No os perdáis el testimonio en video de David, un voluntario de Madrid. Estuvo detenido 10 horas en Ben Gurion (aeropuerto de Tel Aviv) y ¡le preguntaron hasta su posicionamiento en el conflicto vasco! La paranoia de los israelíes es inimaginable. Lo colgaremos en breve.

Jerusalem

Es ciudad santa para las tres religiones y, por todo ello, es un lugar de contrastes donde siempre parece haber algo interesante que ver. El viaje hasta aquí duró alrededor de una hora y lo hice con una familia de rabinos que hablaban inglés por lo que no eran nacidos en Israel (Todo judío que así lo quiera recibe la nacionalidad israelí aunque haya nacido en otro país del mundo).

Pensé que me tratarían con desprecio porque, aunque era turista, deje claro al conductor que iba a la parte árabe de Jerusalem. Pero no fue así. Estuve hablando tranquilamente con el padre aunque en ningún momento me llegó a preguntar nada “controvertido”. Aquí es cuando me empecé a percatar que, dentro de los rabinos, hay diferentes corrientes y no todos tienen un rechazo irrefrenable hacia sus compatriotas palestinos.

Me llamó la atención que el conductor del mini-bus que cogí era israelí, con la estrella de David bien visible en un colgante del retrovisor interior, por lo que se negó a llevarme a “Damascus Gate” en la parte este de Jerusalem. Una vez entramos a la ciudad contactó con otro compañero, hice el trasbordo y llegué al “hostel” del punto de encuentro al anocher, sobre las 17:00.

Aunque ya no sorprende encontrársela en los lugares más recónditos, lo primero que se puede observar en la entrada del “hostel” es una bandera de “euskal presoak euskal herrira”. Lo que más sorprende es que los españoles no repiten los típicos comentarios que suelen escucharse contra este tipo de reivindicaciones. Supongo que si vienes aquí es porque asumes la necesidad de profundizar en los conflictos y no a creer lo que dicen unos u otros.

Después conocí a los primeros compañeros del grupo y cogimos el penúltimo transporte del día: Un bus que nos acercaría a Belén (Aquí se pronuncia “betlejem” y me costó más de un “I don’t know” porque no sabían de que ostias estaba hablando…).



Betlehem: Checkpoint and the “iron wall”

Entrar en la carretera de Belén pone en situación a cualquiera. A pocos kilómetros de coger la carretera se encuentra el primer “Checkpoint” que, para sorpresa de varios de nosotros, se encontraba sin militares….

… sólo para salir. Para entrar sólo pueden hacerlo los nacidos allí o los que tengan visados especiales. Jerusalem es territorio “non grato” para palestinos. La capital de Palestina es inaccesible para sus propios ciudadanos. Por tanto, sólo pueden entrar los palestinos nacidos en Jerusalem.

Después del checkpoint, en una carretera de doble sentido y único carril, se levanta una pared de hierro de no menos de 8 metros de altura que te quita toda visibilidad de los asentamientos judíos que hay en la zona. Aunque siempre crees que estas cosas se hacen por la paranoia de aumentar la seguridad, cuando los ves delante de ti rápidamente empiezas a comprender que detrás de eso hay un afán de humillación, de demostrar su fuerza al enemigo…



Recepción en el Alternative Information Center

Este lugar, perfectamente acondicionado, es lugar de conferencias, ruedas de prensa, congresos, etc. Es similar al Hikaateneo de Gasteiz pero mucho más grande, con bar, etc. Nos pusimos morados de hummus, pan de pita y mortadela. No hubo gran cosa pero al menos la cerveza es barata.

Este lugar es lugar de peregrinación para estudiantes de periodismo, trabajo social y relaciones internacionales de media Europa. Aquí hacen prácticas, amplían sus conocimientos sobre oriente medio y dan voz al conflicto en el mundo.


Llegada a nuestro refugio: bet sahoor

Por último, bajamos andando hasta lo que será nuestro refugio estas dos semanas. Lo dejo aquí que me falta tiempo. ¡Un abrazo y gracias a los que habéis escrito! En unos días le mandaré a Oier los mensajes para la sección de “agurrak/iradokizunak” porque todavía no hay gran cosa en el blog.


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